«Una fragancia bien escogida puede ser una característica distintiva. Es la primera cosa que la gente percibe cuando entrás en una habitación y la última que sienten cuando te vas”, dijo Giorgio Armani.
Si bien los perfumes también responden a la moda, van mucho más allá de eso. Utilizar un buen perfume creará un sello propio que nos distinguirá ante las demás personas, y garantizará una huella personal más allá del tiempo. Es lo que se llama «memoria olfativa»; y es una de las memorias que más difíciles de perder. Esto se debe a que el bulbo olfatorio en nuestra nariz es parte del sistema límbico, que es un área asociada con la memoria y las emociones. Un perfume despierta emociones y reacciones, genera estímulos, nos produce nostalgia, alegría y hasta nos llena de energía.
Otro aspecto que ayuda a crear nuestro sello personal es que cada perfume huele diferente en cada persona, debido al pH de nuestra piel que transforma químicamente cada fragancia en conjunto con la temperatura corporal, la humectación y la nuestra propia grasa corporal. Cuando nuestra piel está equilibrada, retiene más tiempo las partículas aromáticas de los perfumes.
@SYLVIEGABAZ